En mayo del 1917, el ayuntamiento reunió a los vecinos para abordar la falta de edificios escolares aprobándose la solicitud a la Delegación de Enseñanza de un grupo escolar.
Esta cuestión fue recurrente en años sucesivos al no obtener resolución positiva de la administración educativa, bien por falta de disposición o prioridad de la administración, o por la escasa disponibilidad presupuestaria para la enseñanza a pesar de la necesidad de inversión que requería la situación.