A finales de julio, se creó la Colectividad Anarquista de Ballobar nombrando como Delegado General al vecino Francisco Isabal. En sus inicios, participaban ciento ochenta familias sobre cuatrocientas treinta y cinco. Las formaban pequeños propietarios, jornaleros, arrendatarios, comerciantes y miembros de profesiones liberales.
Los colectivistas se organizan a partir de la toma de posesión del monte comunal y la expropiación de las tierras y propiedades de los grandes terratenientes, así como de la puesta en común de los bienes y herramientas de la localidad y la incautación de las fincas urbanas que se convertirán en locales de la colectividad, albergues para refugiados, escuelas, etc. Los graneros de casa de don Juan fueron requisados para la colectividad, el almacén y la tienda. Se instalaron en el Centro Republicano, y pusieron un café en la abadía.
La Colectividad contaba con una comisión administrativa compuesta por once miembros nombrados en asamblea, uno para sastres, carpinteros, herreros, ganaderos, maquinaria, herramientas, dos para distribución del trabajo en secano y regadío, dos para el transporte, y un secretario.
En 1937, formaban el Consejo Municipal de Ballobar concejales de Izquierda Republicana y de la UGT.