Diversiones

Eran sumamente sanas. Solamente había fiesta los días grandes del año y los domingos, los restantes, estaban plenamente dedicados al trabajo agrícola.

A las dos de la tarde salía la ronda tocando la jota, invitando a la diversión. Mientras, las chicas iban al rosario, a las tres y media acudían los novios a recogerlas a sus casas, si el baile era por la noche, siempre iban acompañadas de sus padres o bien de un hermano mayor.

El baile duraba invariablemente, de 4 a 6 de la tarde, todos los domingos, y de 10 a 12 los días patronales.

Los que no acudían al baile se distraían en la taberna, en el café, otros salían por las eras, el carpintero organizaba juegos de bolos, el herrero, el juego del “barrón” de hierro (la barra o jabalina).