Ballobar se encuentra en el límite de la zona prehistórica conocida como “Ilergecia ibérica”, que comprendía la zona de Lérida, Tarragona, Huesca y Zaragoza donde circulaban determinados ríos, entre ellos el Cinca. Los ilergetes o iltirgeskios era uno de los pueblos prerromanos de la Península Ibérica, conocidos también como ‘habitantes de Iltirta‘, que, incorporaron influencias de la Edad del Bronce y de algunas tribus indoeuropeas que inmigraron a la Península en la Edad del Hierro.
Se cree que era una sociedad muy avanzada y comerciante. Su economía se basaba en la ganadería y el cultivo de grano (de ahí una de las hipótesis del origen del topónimo Ballobar), y su capital era Atanagrum, cuya ubicación exacta se desconoce, siendo la segunda ciudad más importante Ilerda – donde se encuentra la actual Lérida-, que es la que da nombre a este asentamiento social que duró hasta la llegada de los romanos.
La organización era muy jerarquizada, con la presencia de un rey. Parece ser que los primitivos pobladores del Cinca eran sedentarios y, se agrupaban en aldeas rurales. Algunas estaban fortificadas y a veces los pequeños poblados se agrupaban en torno a una torre de defensa o fortaleza; la Torre de La Forza y el Castillo de Ballobar pueden tener este origen.
En el área ballobarense, centramos sus fundamentos prehistóricos en tres yacimientos donde se han encontrado restos arqueológicos de antiguos asentamientos: las Cuevas de Las Ripas, Valdragas, Barranco de las Hechiceras y Potetas